El próximo 12 de enero, la Cámara de Representantes del Reino de Bélgica debatirá una resolución “destinada a condenar las violaciones de derechos humanos y romper ciertos lazos”, con el régimen cubano.
La resolución fue presentada a debate por las diputadas federales de dicha Cámara Ellen Samyn (VB) y Annick Ponthier (VB), según dio a conocer el portal digital de la Comisión Internacional de Derechos Humanos en Cuba (CIDHC) en un reporte firmado por Léo Juvier-Hendrickx, activista cubano residente en Bélgica.
Considerada como “histórica”, esta resolución realiza un recuento de las relaciones del Reino de Bélgica con la isla Caribeña, en especial, “las relaciones después de 1959”, etapa durante la que Bélgica vendió grandes cantidades de armas al recientemente instalado régimen de Fidel Castro en La Habana.
Según la nota informativa de Juvier-Hendrickx, la Resolución recuerda que “…antes de la explosión del carguero La Coubre en el puerto de La Habana con 75 toneladas de fusiles y granadas a bordo, comprados a la Fábrica Belga de Armas de Guerra el 4 de marzo de 1960, el régimen militar de Fidel Castro había logrado adquirir aproximadamente 25 000 fusiles ligeros y 510 FAL rifles de asalto; cerca de 1.100 pistolas Browning y más de 29 millones de cartuchos y granadas antipersonal: munición suficiente para matar a más de cuatro veces la población total cubana de 1960”.
La Resolución consta de 18 páginas en las que se exponen las múltiples violaciones de los derechos humanos y civiles que se practican en Cuba “contra artistas, disidentes pacíficos, periodistas independientes, defensores de derechos humanos y miembros de la oposición política y las sistemáticas violaciones de los derechos laborales y humanos por parte del régimen cubano contra su personal médico que labora en el extranjero en misiones médicas, violaciones que son contrarias a los principales convenios de la OIT ratificados por Cuba”.
El documento presentado por las diputadas Samyn y Ponthier pide la cancelación del festival de La Semana belga en La Habana hasta tanto no se cumplan las condiciones de respeto a los derechos humanos y civiles de los cubanos, y termina con un “reclamo de libertad para los prisioneros políticos”.
También exige a la "Comisión Europea la aplicación del artículo 85, apartado 3, b), del Acuerdo sobre diálogo político y cooperación, en materia de convocar inmediatamente a la comisión mixta ante las violaciones del acuerdo por parte del gobierno cubano, lo que conducirá a la suspensión del acuerdo por la continuación de graves y sustanciales violaciones de los principios democráticos, incumplimiento de todos los derechos humanos y libertades fundamentales y la falta de respuesta a pesar de los numerosos llamados al respecto".