La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), adscrita a la Organización de los Estados Americanos (OEA), emitió una medida cautelar sobre una familia cubana, como respuesta a una solicitud interpuesta el 28 de septiembre y presentada por la 'Fundación para la Democracia Panamericana'.
“Tras analizar las alegaciones de hecho y de derecho aportadas por los solicitantes”, informa el comunicado publicado en el boletín de la OEA, “la CIDH consideró, desde el estándar prima facie (a primera vista) aplicable, que Maydolis Leyva Portelles, Ana Iris Miranda Leyva, Fidel Manuel Batista Leyva, T. R. M., A. M. R. M. y María Casado Ureña, se encuentran en una situación de gravedad y urgencia, toda vez que sus derechos enfrentan un daño irreparable”.
La CIDH concluye que “las personas beneficiarias se encuentran en una situación de riesgo debido a que estaría siendo objeto de amenazas, hostigamientos, detenciones y hechos de violencia por parte de agentes estatales y terceros, presuntamente como resultado de su labor como defensoras y defensores de los derechos humanos en el país”.
La Comisión también da a conocer que el 23 de octubre solicitó al Estado cubano información pertinente acerca de las denuncias y que hasta ahora permanecen sin respuesta. Por su parte, los solicitantes remitieron información adicional el 1 de noviembre de 2020.
La familia Miranda Leyva sufrió en los pasados meses un ataque en su domicilio de manera violenta por parte de miembros de las brigadas organizadas por el régimen para amedrentar y reprimir a los opositores pacíficos.
Los integrantes de la familia, incluidos los niños y una vecina que se hallaba de visita, debieron refugiarse en el techo de la vivienda, donde permanecieron cercados por las turbas.
Poco después, según dieron a conocer en las redes sociales, acudieron al Obispado de Holguín, su ciudad de residencia, solicitando acogerse a sagrado de acuerdo a lo dispuesto por las regulaciones eclesiásticas, lo cual, argumentan, les fue negado por el monseñor obispo Emilio Aranguren quien además, alegan, “dijo que llamó a la policía para que nos lleve a nuestra casa; donde nos esperan para matarnos los comunistas”.